Los grandes patrimonios se preparan para sortear el hachazo fiscal de Sánchez
La creación de sociedades familiares y la reinversión del dinero de las sicav, principales medidas
Sánchez y Rufián pactan una subida de impuestos para los madrileños de 5.900 millones
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Los grandes patrimonios se están preparando para el hachazo fiscal que Pedro Sánchez nos prepara a todos, aunque a ellos con más dureza. Sin llegar a domiciliarse en Andorra como el famoso youtuber ‘El Rubius’, quien más y quien menos se está preparando para minimizar el golpe. La creación de sociedades familiares y la reinversión de las sicav en otros instrumentos de inversión colectiva son las principales medidas.
Uno de las medidas que nadie duda que pondrá en marcha el Gobierno, con la habitual presión de Pablo Iglesias, es reinstaurar los impuestos de Sucesiones y de Patrimonio en aquellas regiones donde no están vigentes o se encuentran bonificados; básicamente, la Comunidad de Madrid. Como ha informado OKDIARIO, este «armonización» puede suponer un coste de 5.900 millones. para los madrileños.
¿Cómo esquivarlo o, el menos, reducir al mínimo su impacto? Un prestigioso fiscalista explica que una de las principales medidas que están tomando los altos patrimonios es la creación de sociedades familiares bajo cuyo paraguas incluir todos sus activos. Estas sociedades tienen un régimen fiscal especial que las deja exentas del Impuesto de Patrimonio y que les permite disfrutar de una bonificación del 95% en Sucesiones y Donaciones en toda España, es decir, no están al albur de la normativa de cada comunidad autónoma (Patrimonio y Sucesiones son tributos autonómicos).
Ahora bien, esto no es tan sencillo (las cosas nunca son fáciles en cuestiones fiscales). Según el citado experto, para disfrutar de esta exención, los activos tienen que estar afectos a la actividad empresarial que desarrolle esa sociedad; el régimen tan beneficioso persigue precisamente que los patrimonios familiares se dediquen a actividades productivas en vez de ser rentistas.
Por ejemplo, en el caso de un inmueble, el propietario tiene que decir que está afecto a una actividad económica, aunque sea la casa en la playa o una finca. Y tiene que poder demostrarlo en caso de sufrir una inspección de Hacienda. Normalmente, no cuela decir que desde allí el propietario teletrabaja con una wifi y un portátil, sino que hace falta algo más. Por tanto, cabe esperar que. tras esta oleada de creación de sociedades familiares (o de inclusión de activos en ellas), llegue otra de inspecciones de la Agencia Tributaria para comprobar si de verdad hay actividad o es una ficción.
El fin de las sicav no será tan traumático
El otro gran frente por el que el Gobierno de PSOE y Podemos quieren golpear a los altos patrimonios es el de las sicav, las sociedades de inversión que tradicionalmente han sido el vehículo preferido de las grandes fortunas, aunque tienen las mismas ventajas que los fondos de inversión y aunque la mayoría de las sicav cotiza en bolsa y cualquiera puede invertir en ellas.
Es decir, que es una medida básicamente demagógica, pero que ya está decidida: así se recoge en las enmiendas del Grupo Socialista en el Congreso al Proyecto de Ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, actualmente en tramitación parlamentaria.
Como también ha informado OKDIARIO, estas enmiendas obligan a que cada partícipe en una sicav tenga una inversión mínima de 2.500 euros para acabar con los famosos ‘mariachis’ (hombres de paja con los que llegar a los 100 partícipes que se exige para que se considere una institución de inversión colectiva, aunque en realidad no lo es) y devuelven la competencia a Hacienda para comprobarlo; dicha competencia pasó a la CNMV en tiempos de Zapatero tras una batalla en que Manuel Conthe (entonces presidente del supervisor del mercado) se impuso al vicepresidente Pedro Solbes. Las sicav que no cumplan estos requisitos pasarán a tributar por sus beneficios al 30% en vez del 1% actual.
Ahora bien, en este caso el Gobierno aprieta pero no ahoga. Dichas enmiendas también conceden un período transitorio libre de impuestos para los partícipes que decidan reinvertir en otras instituciones de inversión colectiva: fondos de inversión y sicav donde haya 100 partícipes que tengan más de los 2.500 euros citados. Y es lo que van a hacer todos los dueños de estos instrumentos, según otro prestigioso abogado fiscalista: disolver la sicav y reinvertir el dinero en otros vehículos que puedan seguir tributando al 1%. Eso sí, tendrán que esperar a 2022 para ello, según reza la citada enmienda.
Este período transitorio es un puente de plata que deja sin apenas atractivo otras alternativas que planteaban los bancos privados hasta ahora (salvo para casos muy concretos): las sicav luxemburguesas, la transformación de la sicav en una sociedad normal o los unit linked. También ha reducido la presión para materializar las plusvalías latentes cuanto antes para tributar al 1% en vez de al 30% cuando llegue el nuevo régimen; si va a poderse traspasar el patrimonio a otro vehículo sin pagar, tampoco hace falta ya esta medida.
Eso sí, esta medida tumba cualquier argumento del Ejecutivo que justifique el fin de las sicav por motivos recaudatorios, porque Hacienda no va a ingresar un euro más al subir su tributación al 30%.